La clase del martes dio para mucho, además de explicarnos lo importante que es la formación para el profesorado también nos puso un vídeo en el que se observaban a profesores de otro país que utilizaban una metodología completamente diferente a la que vemos en España. Estos profesores ejercían una metodología basada en la libertad, en la que respetaban los ritmos individuales de cada niño y en la que ellos mismos eran quienes marcaban sus propios ritmos de aprendizaje, eran ellos mismos quienes decidían qué querían saber y cuándo, el maestro no impone sino que propone, facilitando un espacio adecuado para poder desenvolverse y que cada niño pueda crear su propia autonomía ya que el que los niños dependan de los demás no favorece el aprendizaje que quieren que interioricen.
En mi opinión este tipo de metodología es un arma de doble filo, por una parte me parece genial que se respete el ritmo individual de cada niño y que gracias a ello los niños creen su autonomía y responsabilidad. Pero tanta libertad no es buena, un niño debe de tener una figura que le dirija y que en algún momento sea quién lleve el rumbo de las acciones, ya que un maestro sabe qué debe de aprender cada niño en cada momento y la manera en la que debe de aprenderlo y dándole tanta libertad a un niño quizás no llegue a alcanzar todo el aprendizaje que debe de interiorizar en cada etapa de su vida.
En mi opinión este tipo de metodología es un arma de doble filo, por una parte me parece genial que se respete el ritmo individual de cada niño y que gracias a ello los niños creen su autonomía y responsabilidad. Pero tanta libertad no es buena, un niño debe de tener una figura que le dirija y que en algún momento sea quién lleve el rumbo de las acciones, ya que un maestro sabe qué debe de aprender cada niño en cada momento y la manera en la que debe de aprenderlo y dándole tanta libertad a un niño quizás no llegue a alcanzar todo el aprendizaje que debe de interiorizar en cada etapa de su vida.
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